• Guarde los cupones en sobres coloreados, o en un sobre con secciones divisorias o en un álbum de fotos pequeño.
• Guarde todos los cupones a los que tenga acceso, aun cuando no los piense usar, en espera de alguna buena oferta con la que se pueda tropezar.
• Acepte que no siempre se podrán usar los cupones que se tienen en la cartera y que estos expirarán, pero siempre surgirán más cupones en el futuro.
• Busque en los empaques de los alimentos que consume por cupones impresos.
• Cargue una pequeña calculadora o use la de su teléfono celular para calcular precios por unidad o por onza. Haga el ejercicio y compre la versión del producto que una vez aplicado el cupón, le resulte más amable con su bolsillo.
• Si se registra para recibir cupones por internet, cree una cuenta separada para esa función. Si no lo hace,  podría ser bombardeado con correos electrónicos no deseados.
• ​Sea selectivo con los cupones que imprime, pues podría gastar innecesariamente tinta y papel. Imprima solamente aquellos que apliquen a su jurisdicción geográfica y que sean válidos en las fechas  en las que los piensa usar.

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